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Gestión de residuos Marpol
El convenio MARPOL es un tratado internacional que regula la prevención de la contaminación por los buques. Entre sus disposiciones, establece la clasificación de los residuos generados por las actividades marítimas y las medidas para su gestión adecuada. Según este convenio, los responsables de los buques están obligados a comunicar a las autoridades portuarias correspondientes la cantidad y el tipo de residuo que transporta y si tienen necesidad de evacuarlo. El Puerto de Ferrol dispone de instalaciones adecuadas para recibir los diferentes tipos de residuo que puedan evacuar los buques.
Según el convenio MARPOL, los residuos se dividen en seis categorías, que corresponden a los seis anexos del tratado. Estas categorías son:
Son los residuos derivados del petróleo y sus productos, como el fuel, el gasoil o el aceite lubricante. Estos residuos pueden provocar graves daños al medio ambiente marino y a la vida acuática. El convenio MARPOL establece límites de descarga de estos residuos según la zona marítima y el tipo de buque.
Son los residuos que se transportan a granel en los buques tanque, como los productos químicos, los aceites vegetales o los vinos. Estos residuos pueden ser tóxicos, corrosivos, inflamables o biodegradables. El convenio MARPOL regula las condiciones de carga, descarga y limpieza de los tanques, así como los criterios de control y supervisión de estas operaciones.
Son los residuos que se transportan en envases, como bidones, sacos, cajas o contenedores, y que pueden ser peligrosos para el medio ambiente marino o la salud humana. Estos residuos incluyen los productos químicos, los explosivos, los gases comprimidos o los materiales radiactivos. El convenio MARPOL exige el etiquetado, el embalaje, la documentación y la manipulación adecuados de estos residuos, así como la notificación de su transporte a las autoridades competentes.
Son los residuos que provienen de los servicios sanitarios de los buques, como las aguas negras o las aguas grises. Estos residuos contienen agentes patógenos, nutrientes y materia orgánica que pueden afectar a la calidad del agua y a la salud pública. El convenio MARPOL obliga a los buques a disponer de sistemas de tratamiento, almacenamiento o descarga de estos residuos, según la zona marítima y el tamaño del buque.
Son los residuos sólidos que se generan a bordo de los buques, como los plásticos, los metales, los papeles, los alimentos o los residuos sanitarios. El convenio MARPOL prohíbe la descarga de estos residuos al mar, salvo algunas excepciones, y fomenta su entrega en los puertos o su incineración a bordo.
Son las emisiones de gases y partículas que se producen por la combustión de los motores y las calderas de los buques, como el dióxido de carbono, el dióxido de azufre, los óxidos de nitrógeno o el hollín. Estas emisiones contribuyen al cambio climático, a la lluvia ácida y a la contaminación del aire. El convenio MARPOL limita el contenido de azufre de los combustibles marinos, establece zonas de control de emisiones y regula el uso de sistemas de reducción de emisiones.
La gestión de residuos MARPOL es una responsabilidad compartida entre los armadores, los capitanes, las tripulaciones, las autoridades portuarias, los estados ribereños y las organizaciones internacionales. Su cumplimiento es esencial para la protección del medio ambiente marino y la seguridad de la navegación.